Este tipo de escoliosis es el que aqueja adolescentes desde los 10 años de edad hasta la edad adulta.
Es el tipo de escoliosis mas común, aproximadamente el 4% de adolescentes de entre 10 y 18 años lo padecen. 90% de los casos son en niñas. Comienza a desarrollarse en la pubertad y aumenta con el crecimiento propio de esta edad.
Tiene una mejor prognosis que la escoliosis juvenil, pero si no se atiende rápidamente pueden progresar de forma dramática. El tratamiento más efectivo NO quirúrgico es el uso de corsé. Pero si la curva es menor a 25 grados con ejercicios se puede estabilizar.
¿Qué la ocasiona?
La causa primaria es desconocida, de ahí el nombre idiopática. La teoría más aceptada es la que involucra un detonante genético.
¿Cómo se diagnostica?
En la ausencia de evaluaciones escolares, el lugar más común para notarlo es en casa. Una prueba muy sencilla pero efectiva es la prueba de Adams. En esta prueba el adolescente se agacha hacia el frente intentando tocar los pies con las manos sin doblar las rodillas. El evaluador se para detrás del adolescente evaluando la forma de la columna mientras se agachan. El hallazgo principal es la presencia de una joroba de un lado, la cual se observa comúnmente en la escoliosis dorsal.
Esta joroba resalta las costillas de un lado más que del otro. Se utiliza un instrumento especial llamado escoliometro para medir la diferencia. Algunas veces no es en la zona alta de la espalda sino en la parte baja de la espalda. Existe la aplicación scolicreen para ayudar.
Cuando se sospecha de la escoliosis, se debe realizar una evaluación neurológica detallada junto con una resonancia magnética para descartar que la escoliosis sea resultado de alguna otra condición y descartar que la médula espinal esté afectada. Se realizan radiografías , estas deben ser de pie y completas para evaluar adecuadamente la forma en que la gravedad afecta la columna. Nuestro abordaje es asegurarnos de que cada paciente es evaluado de forma adecuada y recomendar el mejor tratamiento posible para cada paciente. Envía tus radiografías para evaluarlas (correo electrónico)
¿Cómo se trata la escoliosis idiopática adolescente?
Existen dos factores que nos indican el tratamiento adecuado para cada paciente. 1) la madurez esquelética de cada paciente, y 2) la severidad de la curvatura. Ya que los niños crecen a diferentes velocidades, la edad cronológica del paciente no es tan importante como la madurez esquelética. Esta se determina por la etapa de “osificación” en la que está. Es un proceso mediante el cual el cartílago que forma los huesos es reemplazado por hueso. Los especialistas en escoliosis pueden realizar este proceso mediante la observación de la mano, el hombro o la pelvis en radiografías. Cuando se hace en la pelvis se conoce como signo de Risser. Existen 5 grados, de
0 a 5. 0 es sin osificación y con inmadurez esquelética, y 5 es osificación completa, es decir, con madurez esquelética. Los patrones de crecimiento de niñas y niños son diferentes.
La regla es que mientras mas inmaduros estén los huesos del esqueleto, más crecimiento hay y mayor potencial para que aumente la curvatura. Por ejemplo una curvatura de 40 grados (grande)se presenta con un signo de Risser 0, la probabilidad de que ese caso aumente es muy elevada, a diferencia que una columna con 40 grados pero un signo Risser 5, es muy poco probable que aumente a la misma velocidad.
- Ejercicio
En este tipo de curvaturas puede ayudar el ejercicio cuando son curvas entre 10 a 20 grados, una vez que pasamos los 25 grados es demasiado para manejarlas solamente con terapia física y es cuando se recomienda el corsé.
- Corsé
En curvaturas de más de 20 grados o en algunas de 15 grados con historia en al familia de escoliosis se puede usar un corsé dinámico. En algunos casos se usa en curvas de hasta 45 grados.
Se recomiendan ejercicios específicos junto con el corsé, con la finalidad de fortalecer la musculatura de la espalda, ya que pueden debilitarse con el corsé.
- Cirugía
El manejo conservador se vuelve más retador después de los 45 grados, en estos casos el abordaje depende del objetivo, por ejemplo si tenemos un caso de una curva de 50 grados y es signo de Risser 0, estará entrando el la zona donde la cirugía es la opción, pero por la madurez esquelética que presenta es muy temprano para ofrecerle cirugía, debemos esperar hasta que es Risser 3 o 4. Por esta razón un corse agresivo y fisioterapia puede ser la opción para detener el avance hasta que la paciente alcanza la madurez esquelética deseable para la cirugía. Generalmente en curvas pronunciadas con mucho crecimiento por delante el resultado con tratamiento conservador es pobre y el objetivo principal se vuelve reducir la velocidad de la curva para retrasar la cirugía lo más posible hasta lograr la madurez esquelética.